Existen numerosos documentos arqueológicos que demuestran la existencia de juegos de inteligencia desde la más remota antigüedad, en todas las civilizaciones y culturas, desde China, Egipto, Mesopotamia, Grecia o Roma, hasta las culturas celta, sahariana, líbica, íbera, fenicia, cartaginesa, etc., por citar sólo algunos ejemplos. Las Islas Canarias no se encuentra exenta de tales hallazgos, pues en Tenerife, La Palma, Lanzarote, Gran Canaria o Fuerteventura han aparecido una considerable cantidad de dameros de juegos, grabados en la roca, que al encontrarse asociados a diversas manifestaciones rupestres y culturales de indiscutible filiación aborigen, demuestran el origen de su manufactura. En Fuerteventura, por ejemplo, existen más de cien estaciones de grabados rupestres de los cuales, al menos la mitad, tienen asociados tableros de diversas variantes de nuestros juegos de inteligencia. También han aparecido a nivel arqueológico diversas muestras de fichas de juego, lo que certifica su antigüedad.
El conocimiento y uso tradicional de muchas de estas inscripciones rupestres como parte de una manifestación lúdica ha pervivido entre los hombres del campo, sobre todo entre los pastores y principalmente entre los cabreros, constituyendo un aporte fundamental en el campo de la cultura tradicional así como también en campos tan diversos como la Antropología, la Etnografía, la Etnoarqueología y la Arqueología funcional, la historiografía, la Lingüística, la Historia y las matemáticas, entre muchas otras.
En la obra: Los Grabados Rupestres de la isla de Fuerteventura de Ignacio Hernández Díaz y Mª Antonia Perera Betancort, de 40 páginas, publicada en el año 1991 y basada en las cartas arqueológicas de la isla desde 1987 a 1991, se tenían censadas un total de 57 estaciones de grabados rupestres de los cuales, al menos 22 tenían asociadas dameros. Sospechamos que, sin el estudio etnográfico previo, sobre todo entre los pastores de Fuerteventura, otra buena parte de las inscripciones se corresponden con dameros o juegos diversos como los que aquí presentamos. En cualquier caso, hoy en día son más de cien las estaciones de localizadas en la isla de Fuerteventura (Comunicación personal de José de León Hernández, arqueólogo jefe del Servicio de Patrimonio Histórico, Cabildo de Gran Canaria). Estamos hablando por consiguiente, de que los dameros están representados en un porcentaje, como mínimo, cercano al 40 % en la totalidad de las estaciones de grabados rupestres de Fuerteventura. Ello sin contar con otros dameros desconocidos hasta la fecha para la mayoría de los arqueólogos, tales como los del grupo de los “rompecabezas”. En cualquier caso, nos da una idea aproximada de la importancia que tenían dichas manifestaciones lúdicas para los antiguos majoreros.